Los sacramentos son signos sensibles y eficaces de la gracia de Dios para la salvación y mediante los cuales se otorga la vida divina, la gracia y el poder del Espíriu Santo; es decir, ofrecen al creyente el ser hijos de Dios.
Se administran en distintos momentos de la vida del cristiano y simbólicamente la abarcan por entero, desde el Bautismo hasta la Unción de los enfermos
C.I.C. 1210
Los sacramentos de la Nueva Ley fueron instituidos por Cristo y son siete, a saber, Bautismo, Confirmación, Eucaristía, Penitencia, Unción de los enfermos, Orden sacerdotal y Matrimonio. Los siete sacramentos corresponden a todas las etapas y todos los momentos importantes de la vida del cristiano: dan nacimiento y crecimiento, curación y misión a la vida de fe de los cristianos. Hay aquí una cierta semejanza entre las etapas de la vida natural y las etapas de la vida espiritual (cf. Santo Tomás de Aquino, Summa theologiae 3, q. 65, a.1, c).